El subdesarrollo actual de la mayoría del mundo es la consecuencia histórica de la expansión occidental, incluso si el carácter disfuncional de las élites del Tercer Mundo ha jugado un papel importante en lo interno. Y esto es así porque, independientemente de su disfunción, la desigualdad estructural de los términos de intercambio impuestos por la superioridad tecnológica preexistente de los países centrales, ha creado barreras casi insuperables para el desarrollo del Tercer Mundo. Y pese al amplio entendimiento del papel crucial que juega la ayuda externa para el desarrollo de los países del Tercer Mundo, los sistemas democráticos de los países centrales no proporcionan condiciones para proyectos a largo plazo que no conduzcan a ventajas directas. En el presente trabajo sostenemos que el punto de partida para una nueva política que corrija los desequilibrios estructurales, en beneficio de ambos hemisferios, es una reestructuración radical de la deuda externa.
Palabras clave:
Relaciones Norte-Sur, Primer Mundo, Tercer Mundo, Desarrollo y Subdesarrollo, Endeudamiento
Biografía del autor/a
Helio Jaguaribe, IEPES
Prestigioso analista internacional brasileño, Decano de IEPES.