Este estudio analiza los impactos económicos y políticos del reciente aumento arancelario impuesto por Estados Unidos sobre productos clave de exportación bolivianos —estaño, castaña y quinua—, adoptando una perspectiva interdisciplinaria basada en la geoeconomía. Reconociendo la interacción entre políticas comerciales y estrategias geopolíticas, el trabajo trasciende las explicaciones exclusivamente económicas y aborda el comercio como instrumento de poder estatal. Mediante datos mensuales para el período 2000–2025, se estima un modelo de corrección de errores vectoriales (VEC) que permite evaluar los efectos de corto y largo plazo de los aranceles, el tipo de cambio real, los precios internacionales y la producción industrial estadounidense sobre los flujos exportadores bolivianos. Los resultados evidencian que los aranceles estadounidenses, impulsados por la agenda proteccionista de la administración Trump, no solo alteran las condiciones de acceso al mercado, sino que actúan como mecanismos de presión política, reconfigurando las relaciones de poder internacional. La alta concentración exportadora y las tensiones diplomáticas persistentes con Estados Unidos amplifican la vulnerabilidad boliviana ante estos shocks. Asimismo, los efectos difieren según el producto, revelando elasticidades heterogéneas y distintos grados de inserción en cadenas globales de valor. Al combinar modelación econométrica con un análisis político y geoeconómico crítico, esta investigación ofrece una comprensión más profunda del comercio como herramienta de influencia estratégica y aporta insumos útiles para el diseño de políticas públicas y estrategias diplomático-comerciales orientadas a fortalecer la autonomía económica de Bolivia en un entorno global cada vez más competitivo y conflictivo.