Typesetting
in Estudios internacionales (Santiago)
Prefiero Chile
Las migraciones de diferentes etnias, religiones y culturas humanas, ha sido una constante histórica. Hubo migraciones acordadas en determinados países y épocas, pero fueron las menos. Son los casos de migraciones impuestas las que mayormente han dado lugar a investigaciones y estudios. Por un lado, la emigración forzada se debía, como es hoy, a la incesante búsqueda de mejores condiciones socio-económicas para determinados grupos de personas. Por otro lado, la intolerancia y los prejuicios religiosos, étnicos y culturales que discriminaban a no pocos habitantes y ciudadanos, fueron también la causa de emigraciones forzosas, muchas veces con su consiguiente tragedia. La aceptación de los inmigrantes históricamente enfrentó en su momento y continúa enfrentando una compleja trama de condiciones políticas, legales y culturales, que suele no facilitar su instalación y/o incorporación en los países de acogida. Tal es el trasfondo del libro al que apretadamente nos referiremos.
Como es sabido, la diáspora del pueblo judío, en sus diferentes períodos y desde o hacia distintos lugares geográficos, constituye para muchos académicos y especialistas, el marco de referencia que ejemplifica por excelencia el fenómeno migrante, ya sea desde una óptica histórica o al tenor de sus efectos sociales y económicos en las sociedades a las cuales llegaba. Hay abundante bibliografía concerniente a lo sucedido con las comunidades ashkenazi asentadas en las regiones norte, centro y este europeas entre los siglos X y XIX. Pero hay menos publicaciones referidas a la suerte corrida por la diáspora sefardí, inicialmente reinstalada en algunos países europeo-occidentales durante los siglos XVI y XVII, posteriormente emplazada en puertos y ciudades mediterráneas norafricanas, griegas y del imperio otomano entre fines del siglo XVII y hoy en día. Originada por una decisión de la monarquía española al terminar el siglo XV, la diáspora sefardí sufrió embates y desafíos similares a su homóloga ashkenazi, asentándose temporal o definitivamente en territorios desconocidos y ocasionalmente inhóspitos.
Desde fines del siglo XVI y durante el XVII y siguientes, las autoridades otomanas permitieron el asentamiento de un considerable contingente de la comunidad sefardí en su territorio, luego que este deambulara durante décadas en otros ámbitos geográficos. Un caso notable fue la ciudad de Salónica, entonces bajo la autoridad otomana durante los siglos XVI y XVII, la cual se convirtió en la ciudad hebrea más importante del Mediterráneo, apodada en esos años la “Jerusalén de los Balcanes”.
Ahora bien, el relato del libro se sitúa durante las tres primeras décadas del siglo pasado, dando cuenta del desempeño de su familia en Estambul y Edirne, importantes ciudades de la entonces renovada República de Turquía. El autor pone de relieve las libertades y limitaciones impuestas a la comunidad sefardí por las transformaciones estructurales que impulsaba el movimiento político “Jóvenes Turcos”, empeñado en la modernización y secularización de la sociedad turca a inicios del siglo XX. Un detalle interesante es el rol cumplido por la Alliance Israélite Universelle (Kol Israel Haverim), organización judía internacional fundada en París en 1860 y cuyo objetivo consistía en salvaguardar los derechos esenciales de las comunidades judías en todo el mundo. La organización promovía -y aún promueve- la autosuficiencia de dichas comunidades mediante la educación y el desarrollo profesional. Durante el siglo XIX y principios del XX se establecieron escuelas, liceos y centros de educación técnico-profesional en lengua francesa para los jóvenes judíos en toda la región mediterránea e imperio otomano. Ello explica que los inmigrantes sefardíes resaltaban por su calificación y profesionalismo, en todos los lugares en los cuales llegaban.
Un rasgo sumamente original es la condición Migrantenzustand de la familia original del autor, por los demás muy propio de las comunidades sefardíes. Señala el autor que aunque parte importante de su familia original residía en París, Edirne y Estambul, también había tíos, primos y sobrinos desempeñando actividades comerciales y productivas en los puertos brasileños de Santos y Porto Alegre en los años 20 y 30 del siglo pasado.
Un punto de inflexión en la vida parisina del protagonista del relato fue su visita a la Exposición Colonial organizada por el gobierno francés a mediados de 1931, ocasión en la cual se contacta con un diplomático chileno que le expone la geografía, historia y organización de un país ubicado en la finis terrae del planeta. El autor no desdeña detalles ni anécdotas referidas a la manera en que este adolescente ciudadano avecindado en París se entera de la existencia de un país tan desconocido. Su enorme curiosidad lo llevaría a emprender un largo viaje que lo llevó a Valparaíso al terminar 1931. Tenía solo 17 años. En 1934 regresa a Turquía por un corto tiempo. Al cabo de poco más de dos años de ausencia, el protagonista percibe inquietantemente los cambios políticos y la instauración de nuevos regímenes que amenazan la convivencia de su comunidad con los gobiernos y sociedades en las cuales se habían instalado tan esforzadamente. Con esas y otras dudas y temores, nuestro protagonista decide definitivamente volver a Chile en noviembre de 1935 y recala en Valparaíso en enero de 1936.
Los detalles relacionados con la búsqueda, obtención y mantención laboral del protagonista, así como sus recurrentes viajes entre Santiago, Valparaíso y ciudades del sur chileno, están exitosamente hilvanados en el relato. La posterior llegada a Chile de una parte de su parentela es también otro glosario de experiencias y sensaciones que el autor comenta in extenso, a veces en forma reiterada. El relato añade versados comentarios sobre la política y la vida social del Chile urbano en los años que siguieron al término de la Segunda Guerra Mundial. En ese punto resalta la capacidad de adaptación de una laboriosa familia a los cambios y desafíos de una sociedad en vías de desarrollo, que arrastraba desde mediados de siglo una frágil economía y una desalentadora pobreza. En síntesis, es un libro que contribuye, en forma original, a explicar la incidencia que ha tenido el esfuerzo y el tesón de un grupo de inmigrantes en nuestro país. Es un tema que debiera recibir una mayor y mejor atención.
Por Roberto Durán S.
Profesor del Instituto de Ciencia Política Pontificia Universidad Católica de Chile
Copyright & License
Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons
Author
Roberto Durán
Pontificia Universidad Católica de Chile, Chile , Chile